Sobre nosotros: un legado familiar en Barcelona
Nuestra historia se remonta a 1952, cuando nuestra abuela llegó a Barcelona, una ciudad vibrante que la acogió con los brazos abiertos y que rápidamente conquistó su corazón. Cargada de ilusiones y con un espíritu independiente poco común en la época, nuestra abuela siempre fue una mujer adelantada a su tiempo: curiosa, aventurera y apasionada por descubrir nuevos lugares. En su búsqueda de un futuro mejor, decidió instalarse en Barcelona, una ciudad que le ofrecía la promesa de nuevas oportunidades y el encanto de una cultura rica y diversa.
Al poco tiempo de llegar, decidió alquilar un piso modesto en el corazón de la ciudad, y fue entonces cuando empezó a dar alojamiento a otras personas que, como ella, buscaban un nuevo comienzo en Barcelona. Pronto se dio cuenta de que su papel no era solo proporcionar un techo, sino ser una verdadera anfitriona, una guía para los recién llegados. Su pasión por la ciudad, su conocimiento de los rincones más especiales y su amor por la cultura local hicieron que rápidamente se ganara la confianza y el cariño de quienes se alojaban en su casa. Les mostraba con orgullo las calles llenas de historia, los secretos de la arquitectura modernista y las delicias de la gastronomía catalana. Para ella, Barcelona no era solo una ciudad, sino un estilo de vida que estaba encantada de compartir con los demás.
A lo largo de los años, nuestra abuela se convirtió en mucho más que una arrendadora. Fue una embajadora de la ciudad, una persona que no solo ofrecía un lugar donde quedarse, sino que se dedicaba a hacer que la experiencia de vivir en Barcelona fuera inolvidable. Su generosidad, su afán por ayudar a los demás y su pasión por la hospitalidad crearon una red de personas que no solo encontraron un hogar, sino también una familia temporal en Barcelona. Este enfoque humano y cercano marcó profundamente a quienes la conocieron, dejando un legado de hospitalidad y amabilidad que hoy en día seguimos manteniendo.
Hoy, sus nietas hemos decidido continuar ese legado. Inspiradas por el ejemplo de nuestra abuela, hemos seguido su camino de ofrecer alojamiento a quienes llegan a esta ciudad mágica para comenzar un nuevo capítulo en sus vidas. Al igual que ella, no solo nos dedicamos a proporcionar un lugar donde alojarse, sino que también compartimos nuestro amor por Barcelona. Queremos que nuestros huéspedes sientan el mismo entusiasmo que ella sentía por enseñarles los secretos de la ciudad, sus barrios llenos de vida y su vibrante cultura. Creemos firmemente que ser anfitrionas es mucho más que un trabajo, es una pasión que heredamos y que nos esforzamos por transmitir en cada estancia.
Nuestros pisos, ubicados en los emblemáticos barrios del Eixample y Gràcia, son el reflejo de ese legado familiar. Cada uno de ellos está pensado para ofrecer comodidad, estilo y una auténtica experiencia barcelonesa. Nos encanta recibir a personas de todo el mundo y compartir con ellas lo mejor de la ciudad: desde sus icónicos monumentos hasta los pequeños rincones que hacen de Barcelona un lugar único. Nuestra misión es que cada persona que se aloje con nosotros se sienta como en casa y pueda experimentar la ciudad no solo como turista, sino también como un habitante temporal que descubre su verdadera esencia.
Barcelona no es solo nuestro hogar, es el lugar que ha formado nuestra identidad como familia y como empresa. Nos sentimos orgullosas de continuar el legado de nuestra abuela y de seguir ofreciendo hospitalidad con la misma dedicación y cuidado que ella. Sabemos que cada estancia es una oportunidad para crear recuerdos, y queremos que quienes se alojen con nosotros se lleven no solo una experiencia cómoda, sino también una conexión genuina con la ciudad que tanto amamos.
